Lunares malignos: síntomas
Los lunares malignos, conocidos como melanomas, suelen ser causados por la exposición excesiva al sol y pueden ser influenciados por antecedentes familiares y otros factores genéticos. Estos lunares, que son cancerosos, pueden presentar varios síntomas que deben hacernos acudir al dermatólogo. Estos incluyen:
● Cambios en la forma, tamaño o color del lunar.
● Picazón, sangrado o dolor en el lunar.
● Creación de un lunar nuevo en la edad adulta.
¿Cómo detectar los lunares sospechosos?
La detección temprana de un lunar cancerígeno es fundamental para un tratamiento exitoso. Para identificar los lunares sospechosos que pueden indicar la presencia de la patología, se suele utilizar el método ABCDE – desarrollado y utilizado por dermatólogos y profesionales de salud de todo el mundo. Los parámetros para vigilar son:
● Asimetría. Los lunares malignos tienden a ser asimétricos, con una mitad que no coincide con la otra.
● Bordes irregulares. Los bordes de un lunar cancerígeno suelen ser irregulares, dentados o borrosos.
● Color variado. Los melanomas suelen tener un color no homogéneo, pudiendo mesclar incluso varios tonos como negro, marrón, rojo, blanco o azul.
● Diámetro. Los lunares malignos tienden a tener un diámetro superior a 6 milímetros, aunque también pueden ser más pequeños.
● Evolución. Cualquier cambio en el tamaño, forma, color, espesor o textura de un lunar existente puede indicar malignidad.
¿Cómo diferenciar los lunares malignos y los lunares benignos?
Aunque la mayoría de los lunares son benignos, es fundamental diferenciar entre un lunar benigno y maligno para una detección temprana del melanoma, si fuera el caso. Algunas características de los diversos tipos de lunares benignos incluyen:
● Forma regular.
● Color uniforme.
● Tamaño constante.
● Superficie lisa.
Sin embargo, es importante recordar que, especialmente si presentas algún lunar atípico benigno, este puede volverse canceroso con el tiempo, por lo que es crucial realizar autoexámenes regulares y consultar a un dermatólogo si se observan cambios sospechosos.
Tipos de lunares malignos
Los melanomas pueden presentarse en diferentes formas y tipos. Algunos de los tipos de lunares malignos son:
● Melanoma superficial extendido. Comienza en la capa superior de la piel y generalmente se presenta como una mancha plana y pigmentada que puede tener bordes irregulares.
● Melanoma nodular. Se trata de uno de los tipos de lunares malignos que se desarrolla más profundamente en la piel y puede aparecer como un nódulo elevado y oscuro.
● Melanoma lentigo maligno. Generalmente afecta áreas expuestas al sol y se presenta como una mancha plana y pigmentada con bordes irregulares.
● Melanoma acral lentiginoso. Este es uno de los tipos de lunares cancerígenos que se desarrolla en las palmas de las manos, las plantas de los pies o debajo de las uñas y puede aparecer como una mancha oscura o una línea pigmentada.
Cada tipo de melanoma puede presentar diferentes características y requerir un enfoque de tratamiento específico, por lo que será importante, además de distinguir entre un lunar benigno y maligno, diferenciar a qué tipo concreto pertenece.
Tipos de lunares benignos
Los lunares benignos también pueden presentar una variedad de formas y tipos. Algunos de los tipos de lunares benignos incluyen:
● Lunar nevus. Es otro término para un lunar común. Estos son inofensivos y se presentan como pequeñas manchas redondas y marrones en la piel. Normalmente son causados por grupos de células pigmentadas llamadas melanocitos.
● Lunares seborreicos. También conocidos como lunar nevus sebáceos o queratosis seborreicas, son crecimientos benignos en la piel que suelen aparecer en la edad adulta, especialmente en personas de edad avanzada. Estos lunares seborreicos son comunes y generalmente son inofensivos, aunque pueden variar en tamaño, forma y color.
● “Lunar rojo" o hemangioma. Son lesiones vasculares benignas que suelen ser inofensivas y se forman debido a un crecimiento anormal de vasos sanguíneos en la piel. Estas lesiones son más comunes en los niños y generalmente aparecen poco después del nacimiento. Pueden variar en tamaño y apariencia, desde pequeñas manchas rojas hasta protuberancias más grandes y abultadas. En muchos casos, se resuelven por sí solos y no requieren tratamiento.
La mayoría de los lunares benignos no representan una amenaza para la salud, pero es importante monitorearlos regularmente para detectar cualquier cambio sospechoso.
Protege tu piel para prevenir los lunares cancerosos
La prevención es fundamental en la lucha contra el melanoma y otros tipos de cáncer de piel. Para proteger tu piel y prevenir la formación de lunares cancerosos, evita la exposición al sol en horas pico, usa ropa protectora, realiza auto exámenes regulares y programa revisiones anuales con un dermatólogo. Pero recuerda que aproximadamente el 90% de los cánceres de piel están directamente relacionados con la exposición al sol por lo que el uso diario de fotoprotector es fundamental para proteger tu salud. Te recomendamos algunas opciones adecuadas a diferentes tipos de piel.
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Con conciencia y tomando las medidas preventivas adecuadas, puedes proteger tu piel y reducir el riesgo de desarrollar lunares malignos. Recuerda que la detección temprana es clave para un tratamiento exitoso, así que no dudes en consultar a un profesional de la salud si tienes preocupaciones sobre si tus lunares son benignos o no y si detectas alguno de los síntomas mencionados.
1 Los más penetrantes, imperceptibles en corto plazo, abundantes y durante todo el año.
2 [340-400nm] UVA largos / [380-400nm]=extremo del espectro al que llamamos UVA ultra-largos.
3Test consumidor, 105 sujetos, 4 semanas.