Una breve definición
También llamada queratosis solar, es el precáncer más común que se forma en la piel ya dañada por la exposición a los rayos ultravioleta del sol o, incluso, el bronceado en interiores.
Una exposición prolongada a estos rayos ultravioleta (UV) dan como resultado la queratosis solar. Sufrir de una queratosis significa un mayor riesgo a padecer cáncer de piel, ya que puede derivar a lo que se llama un carcinoma de células escamosas. Es decir, la segunda forma más común de cáncer de piel que aparece en forma de manchas rojas, llagas en la piel, piel áspera o verrugosa y crecimientos elevados en la superficie cutánea.
Ahora bien, ¿cómo diferenciamos la queratosis actínica?
Estas manchas suelen aparecer en forma de pequeños parches de piel secos, escamosos o con costras. El color del tono de la piel en las zonas afectadas varía entre rojo, tostado claro u oscuro, blanco, rosa, o incluso puede darse una combinación de colores. Asimismo, estos parches de piel pueden aparecer también elevados sobre la superficie cutánea y, debido a su textura rugosa, suelen ser más fáciles de sentir que de ver.
Frecuentemente, la queratosis solar surge en zonas como el rostro, labios, orejas, cuero cabelludo, hombros, cuello y el dorso de las manos y los antebrazos. Suelen ser zonas expuestas al sol con normalidad. Sin embargo, existe una pequeña variación de este tipo de queratosis: la queilitis actínica, con las mismas características que la queratosis solar y que aparece en el labio inferior.
Sabiendo esto, ¿significa que debes preocuparte? Recordemos que la queratosis solar es una forma de precáncer de piel y solo entre el 5 y el 10%, de acuerdo con The Skin Cancer Foundation (cancerdepiel.org, 2022) acaba convirtiéndose en un cáncer de piel como tal. Pero, como siempre, lo mejor es acudir a un dermatólogo y tratar tu piel bajo la experiencia de un profesional.
¿A qué se debe la queratosis solar?
¿Se debe solo a la exposición solar? Sí, una exposición solar sostenida a lo largo del tiempo es la razón principal por la que se puede sufrir de esta forma de precáncer. Aun así, existen algunos factores a tener en cuenta para evitarlo.
Obviamente, el factor que más influye es tener un historial de exposición sin protección solar o un historial de bronceado en interiores. Las personas que trabajan al aire bajo el sol, aquellos con el cuero cabelludo calvo o las que sufrieron quemaduras solares son las que más posibilidades tienen de padecerla. Pero nadie es excepción: si uno no se cuida, todo el mundo puede padecerla.
Otros de los factores son la ubicación geográfica (más posibilidades de padecer una queratosis se tendrán si más cerca se vive del ecuador, por ejemplo), tener el sistema inmunológico debilitado, tener la piel clara (son más susceptibles de padecer quemaduras y condiciones cutáneas) o tener más de 40 años.
Formas de prevenir la queratosis actínica
La buena noticia es que existen varias formas de prevenir esta tipología de queratosis.
- La primera de ellas es la más fundamental: ¡usar siempre protección solar! Usar una con SPF de 50 es lo ideal, tanto para el rostro como para el cuerpo. Si no sabes qué protectores solares escoger, La Roche Posay tiene unas excelentes opciones adaptables a distintos formatos: el Antihelios Stick para zonas sensibles como protector solar facial, el Antihelios UVMune 400 en crema hidratante o el Antihelios UVMune 400 Fluido Invisible sin perfume. Las tres opciones son adaptables a tus preferencias y protegen completamente de los rayos UV.
- La segunda forma de prevenir una queratosis actínica es hacerse exámenes de forma autónoma una vez al mes, de pies a cabeza. Estar atentos a la aparición de manchas o indicios de lesiones nuevas en la piel y examinar nuestro cuerpo puede ser de gran ayuda.
- Y la tercera forma de prevenirla es acudir al dermatólogo al menos una vez al año. Es importante ir a un profesional de forma anual para hacernos exámenes profesionales de nuestra piel. Igual que debemos cuidar nuestro cuerpo por dentro, es importante cuidarlo también por fuera. No olvidemos que la piel es el órgano más grande.
Ya hemos visto cómo se produce la queratosis solar, a quién afecta y cómo prevenirla. Cuando se padece, existen distintos tratamientos que aplicar, pero lo más importante es saber que, ante todo, uno debe protegerse y evitar las exposiciones solares prolongadas.